Técnica: Óleo.
Lienzo: 61/50
Fecha: 12/08/2024

Inicie hace días mi serie de autorretratos y llevaba dando vueltas a la idea de por qué no hacer tres retratos donde deformara mi rostro recordando a nuestro gran pintor Francis Bacon.
En mi primer estudio deforme el rostro con una de las patologías cancerígenas que en un estadio muy avanzado provocan un cambio bestial en el rostro de quien lo padece.
Francis Bacon jugo con pinceladas y formas geométricas con una marcada influencia picassiana en los cambios de su rostro.
En mi obra transgredo ese toque sarcástico para ir más allá y ponerme en el lugar de quien padece estas malformaciones por motivos diversos.
En este autorretrato de esta serie limitada de tres estudios, realizo el estudio dos, en esta obra los cambios que doy transgreden toda forma aparentemente de normalidad para pintar un rostro totalmente deformado tanto es así que del auténtico salvador poco queda y el reconocimiento cuesta inclusive al propio autor.
El que me conoce dice que en una observación muy exhaustiva si se llega a reconocer algo del autor.
Tomo como referencia como sería una malformación genética de la cara y con la que has de vivir el resto de tu vida y envejecer con ella hasta tu muerte.
Como enfermero que soy he tenido que observar cómo serían esos cambios en mí y superponerse sobre mi boceto inicial que supuestamente es el rostro normal, para ir con pinceladas sucesivas y capas retorciendo lo que se ve en esta fabulosa obra por la dificultad que reviste. Evidentemente, esta obra no es para encantar al observador, esta obra es para ser observada un buen rato y ponerse en el lugar de esas personas que sufren estos estigmas.
Esta obra por supuesto la he realizado manteniendo mi parte peculiar y mi paleta de colores.